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¿Y si fuera la barbería, la profesión más antigua del mundo?

No es aquí donde diremos lo contrario: llevar barba está en aumento. Basta con hojear revistas para averiguarlo, o incluso salir a la calle. Y su mantenimiento es in-dis-pen-sable si se quiere evitar parecer un oso o, por el contrario, sufrir agujeros en la barba, un problema que todavía es bastante antiestético.

También, en los últimos años, las grandes ciudades y sus barrios de moda han visto reflorir una profesión casi desaparecida en los años 1990-2000: la de barbero. Su tienda se reconoce entre mil: generalmente se indica con el famoso palo con espirales azules, blancas y rojas, de cultura anglosajona. ¿Pero has abierto alguna vez la puerta de una barbería?

Barbero, profesión correlacionada con la de… cirujano

Si ahora los barberos vuelven a la calle, su historia no data de ayer. Ya en la Edad Media, los barberos ejercían una profesión reconocida. Hay que decir que no se limitaban al tamaño de la barba: generalmente ejercían la profesión de… ¡cirujano! Por extraño que parezca, estirar dientes, sangrar huesos rotos, distribuir cataplasmas estaban entre sus muchos deberes.

No es casualidad cuyo famoso palo de barbero hablábamos más arriba una vez simbolizaba el palo que el paciente debía exprimir para hacerle sobresalir las venas. Los vendajes utilizados para recoger la sangre se podían exponer y enrollar, secarse o llamar la atención. De ahí los tres colores del signo: rojo, azul y blanco. De hecho, el barbero no utilizaba sus instrumentos sólo para cortar la barba, sino también para incisar, abrir, cortar. Además, el apodado “el padre de la cirugía moderna” y que perfeccionó la ligadura de las arterias, Ambroise Paré (1510-1590) fue barbero de profesión. Aquí tiene una anécdota para sustituir en la sociedad.

El oficio de barbero se organizó en la Edad Media

Para no crear confusión entre los diferentes oficios, el rey Carlos V, que reinó en Francia de 1364 a 1380, tuvo que regular la profesión. Luego estableció la Cofradía de barberos y dictó ordenanzas que les otorgaban derechos y limitaciones. Entonces se estableció una auténtica carta. Fue redactada por el primer barbero y valet de chambre del rey, y dicha carta fue aprobada por éste.

A lo largo de los siglos, el éxito de los barberos nunca ha vacilado. Por el contrario, la profesión sigue desarrollándose en Francia. Tanto es así que en el siglo XVII distinguimos a los clásicos barberos, barberos y peluqueros, ya los famosos barberos cirujanos.

El boom del comercio de la barbería

Hoy es cierto que no se confiaría una operación a corazón abierto a un barbero. Por otro lado, todos los barberos tienen habilidades de peluquería, mientras que lo contrario no vale, aunque muchos peluqueros hoy en día añaden esta cuerda a su lazo para atraer a una clientela barbuda ya menudo de moda.

¡Ni una semana sin una barbería abierta en una ciudad grande (o media) de Francia! Por ejemplo, en París, en el 2016, había una treintena de barberos, frente a diez diez años antes. Una cifra que ha ido aumentando en los tres últimos años. ¡En dos años, el número de plazas de barbero que se ofrecen incluso ha aumentado un 78%!

¿Cómo convertirse en barbero?

Entonces, ¿quieres solicitarlo? Sepa que a nivel de formación es necesario obtener al menos un CAP de peinado. Después debes especializarte mediante formación privada, o haciendo prácticas con maestros barberos. El peinado BP es una ventaja importante. En los últimos años ha aparecido una opción: «el corte masculino y el mantenimiento del sistema pilofacial», revelando el entusiasmo que ha despertado la profesión en los últimos años. Se entenderá que la formación como barbero requiere teoría y práctica. Se calcula que uno puede considerarse barbero después de seis meses a un año de formación.

Pero, de hecho, ¿cuáles son los deberes de un barbero? Si ya no sangra, debe ser capaz de cortarte la barba con rigor, higiene, destreza y precisión, a fin de destaca tus características. ¿Tienes la cara delgada o redonda? ¿Una barbilla corta o larga? ¿Qué corte de pelo es adecuado para ti? En definitiva, el barbero debe tener todas las cualidades de un maquillador. También debe saber afeitarse de cerca, y utilizar como persona picadoras, navajas y tijeras. En primer lugar, debe identificar claramente tus necesidades y asesorarte, tanto en cuanto al tamaño de la barba como al tipo de barba a llevar, o incluso los períodos en los que mejor crece o vuelve a crecer el tu cabello.

Afeitado a la antigua y beneficios estéticos

El barbero puede realizar un afeitado clásico o «antiguo», utilizando un cepillo de afeitar, cortador de coles y un jabón de afeitar. Pero cada vez más, la profesión de barbero también se orienta hacia el bienestar. Yendo al barbero, el hombre se ofrece un auténtico momento de desconexión. Los clientes quieren servicios estéticos, y no es raro que los barberos ofrezcan depilación, tratamientos faciales, coloración (hoy, los productos se desarrollan específicamente para barbas) o incluso extensiones de barba. Servicios de calidad, cuyo aprendizaje se contempla en la formación moderna.

¿Cuánto cuesta un servicio de barbería?

Cierto que ir al barbero puede suponer un coste económico. Para afeitarse con un cortador de coles, cuenta unos treinta euros. ¿Un tamaño de barba sencillo? 10 euros. ¿Un tamaño funcionado? Unos 15 euros.

Sin embargo, lo entenderás, ¡el barbero no sólo mantiene tu barba! Te ofrece un auténtico momento de relajación. Es un gesto de belleza apreciable, como una visita a la peluquería. ¡Y eso no impide, a diario, cuidar la barba, porque incluso en casa es agradable! Piense en lavarlo con un producto adecuado, cepillarlo regularmente y aplicar aceite para obtener un lana sedosa, estética y de moda. Sabed que si te gusta más la barba de tres días, ¡el barbero también es para vosotros!

Un servicio a la barbería puede ser una idea de regalo original al amanecer del Día del Padre. Muchos profesionales ofrecen paquetes, por ejemplo con el tradicional corte de barba, cortes de pelo y tratamientos faciales. ¿Intentado?

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